Javier López Mansilla en la Revista Hi Retail

22 marzo 2021

La revolución digital está transformando la economía mundial y la forma en que la sociedad actual vive, trabaja y se relaciona. En el mundo del retail, la actual fiebre por los datos (conocer al cliente, sus gustos y preferencias) es la base de todo lo que está por venir. La unión del marketing y la tecnología hará que cada comprador tenga una experiencia única y personalizada.

La tecnología Blockchain, la inteligencia artificial, la realidad aumentada y la impresión 3D son las tecnologías de las que ya se habla. Todas ellas están pensadas para ayudar a solucionar problemas, ya que son capaces de analizar, procesar, fabricar e incluso, tomar decisiones sin necesidad de supervisión del factor humano. Todas estas tecnologías ayudarán a hacer que el marketing y la comunicación dirigida al cliente sea más eficiente, donde podremos llegar a un nivel inimaginable de sofisticación e hiperpersonalización.

El gran reto es y seguirá siendo digitalizar los pequeños negocios, donde la capacidad de inversión en tecnología es limitada, pero acabará democratizándose en todos los sectores de la sociedad. Hace 20 años, nadie tenía una web ni compraba por internet. Hoy, prácticamente, cualquier negocio que no esté en internet está perdiendo una oportunidad increíble.

La transformación hacia la digitalización de los centros comerciales, durante los últimos años, ha sido un pequeño paso en la gran carrera. La tecnología será el actor que jugará un papel fundamental para afrontar los desafíos, permitiendo la obtención de más información sobre los clientes y la gestión de sus datos, pero lo que más cambiará será la experiencia de compra de los usuarios.

Hoy en día, los centros comerciales ya cuentan con tecnología moderna para conocer los movimientos del cliente, preferencias, comportamientos, gustos… pero la experiencia de compra de productos en el mall sigue siendo física. A los usuarios les encanta ver, tocar y probar. Ese será el gran reto del futuro del retail. La digitalización del espacio físico y la interactividad con dispositivos móviles se antojan claves en el futuro para generar una compra emocional, única y personalizada.